martes, 27 de diciembre de 2011

Pequeños momentos


Bajo un cielo oscuro, muy oscuro, él se encontraba. La luna le llamó la atención, y aunque no era nada que no hubiera visto antes, le resultó increíblemente hermosa. Un leve y decadente resplandor que el atardecer ya marchito había dejado en el horizonte, hacía a la vista ser motivo de envidia. Unas suaves armonías y melodías también ayudaban mucho al relax. El movimiento constante, debajo de sus pies, hacia que todo tomase otro color. Miró muchas veces por la ventana, intentando entender el por qué de tal éxtasis. 

Estaba de viaje, o volviendo de uno, más bien. 

 Poco a poco el resplandor que se observaba en el horizonte fue amigándose con la noche que ya tomaba posesión de todo a su alrededor. La vista, aunque más dificultosa, cada vez se tornaba más increíble; sobre todo en esos ciertos momentos en los que la imaginación se entrometía, para jugar. 

 De a momentos, la oscuridad, que ya se había instalado indiscutiblemente, era absoluta. Pues la ruta por la que él venía no disponía de muchas luces, y solo la imaginación, que iba tomada de la mano con la música (la que la radio ofrecía, que era algo así como jazz), y la luna, hacían de ese retorno, algo muy relajante.

También, de a momentos, en el trayecto de la ruta se daban lugar algunas peculiares luces, las cuales se alejaban de la vista solo al recorrer un par de metros.

 El movimiento debajo de sus pies seguía siendo constante,  demasiado constante desde hacía un par de horas, y en cuestión de instantes, comenzó a tornarse casi aburrido. Ese jazz tan extrañamente increíble, había terminado sin que se diera cuenta. El ruido del vehículo, poco a poco, empezaba a tornarse terriblemente monótono. Como de un momento a otro, el relax, que tan cómodamente se había instalado, tomó su abrigo y se fue.

El viaje parecía estar terminando. La ciudad ya se veía cerca. La rutina diaria y la monotonía parecían, de lejos, saludarlo y hacerle señas, como diciendo… “Acá estamos, ¡Pensaste que te ibas a librar de nosotros?”.

 La radio parecía muerta. Y la belleza de la oscuridad ya pasaba a ser solo un recuerdo, pues las luces de la ciudad iluminaban todo, cual sol de mediodía. También la luna se había escondido detrás de algunos edificios.

 Digamos que la esencia de la belleza se había marchado casi por completo… Los ruidos cotidianos ya se escuchaban por doquier. Ruidos producidos por las personas en su mayoría, personas hundidas en mundos laborales o simplemente inentendibles, quizá, donde la frialdad y la rutina eran los principales gobernantes.

 No obstante, de un momento a otro, la radio, que parecía haber muerto, revivió. Ahora, de ella lo que se escuchaba no era Jazz,  sino, notoriamente Blues. Un blues menor, quizá, (que quién sabe de donde habrá salido), que tomó el forzoso trabajo de decirle a la imaginación de este joven… “Espera, no te apagues todavía. Hagamos que este pequeño momento de belleza se mantenga de pie, solo un poco más”. 

 Ciertas frases provenientes de la bella canción que se daba lugar, comenzaron a rondar su mente. Pero eso no era nada en comparación a lo que las indescriptibles melodías le producían. La música tomó control por completo de su mente en los siguientes minutos. La tristeza que le causaba volver a la ciudad, se convirtió en nada. Y como por arte de magia, la luna mostró su cara, luego de estar escondida detrás de los incontables edificios durante un largo rato. 

 Él, quién sabía en el fondo que tenía que volver a la realidad en cualquier momento, a su vida laboral, a su rutina diaria, a su monotonía insoportable de todos los días, también sabía que había aprendido una cosa. Una cosa que se podía resumir en cuatro palabras: “Disfruta los pequeños momentos”.


miércoles, 7 de diciembre de 2011

Políticos

Un día despertamos del sueño,
para darnos cuenta de la tristeza que nos estábamos perdiendo.
Una noche dormimos pensando en que todo estaba bien,
y a la mañana siguiente descubrimos que nuestro suelo estaba ardiendo.
¿Qué nos pasa, hermano?
No dejemos que moldeen nuestro cerebro.
Desde viejas épocas,
nuestra mente es transformada a sus gustos.
Desde viejos tiempos,
estamos sometidos a sus caprichos.
¿Qué nos pasa, hermano?
No seamos lo que pretenden estos muchos.
Perdimos el sentido común,
perdimos nuestras capacidades.
Pues terminamos creyendo que alguien más soluciona nuestros problemas,
cuando más bien se aprovechan de nuestras ingenuidades.
¡Qué nos pasa, hermano?
¿Cómo nos dejamos guiar por estos farsantes?
No quieras hacerme creer que todo esta bien, porque no lo está.
No quieras hacerme creer que solo es mi imaginación, 
porque me voy a frustrar.
Quizá de esto no quieran que haga mención,
Pero.. ¡¡Qué nos pasa, hermano??
¿Acaso, razonar dejó de ser una opción?
Un grupo siempre es grupo,
haya, o no haya líder.
Que no te hagan creer lo contrario,
pues no necesitas que nadie te domine.
Sigo sin saber qué nos pasa, hermano...
Y ya no se que decirte...
Nos tienen dominados. También, quizá, acorralados.
¡Cómo dejamos que esto pasara?
¡Cómo dejamos que nos devoraran? Nosotros somos capaces de pensar Pero para eso necesitamos motivación. ¡Hey, hermano! ¡No les pidas tanto! Pues, el poder es su única preocupación.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Una carta

Querido "seas quien seas":

Te escribo esta carta con mis ultimos alientos, con el fin de que me respondas algún dia, en algún momento, en algún instante, dentro de poco o de mucho, y me hagas creer que todavía no estoy muerto.
 Mi edad no es muy larga, pero ya he sufrido más que una novia plantada en el altar. Sigo buscando, buscando, y buscando. Sigo creyendo que aún puedo encontrar al menos una persona que no sea como una moneda, con dos caras, o hasta incluso más. Sigo creyendolo, mi querido anónimo, sigo creyendo en vos, en un ser desconocido y distinto a todo lo que ya ví... Pero es el día de hoy, que un paso me separa de la desesperación. Estoy rodeado de hipocrecía, de antifaces, de conveniencias, de mentiras, de poca humildad... En fín, de tantas cosas estoy rodeado involutariamente...
¿Jamás te preguntaste por que es tan dificil admitir? Quiero decir... ¿Cuán dificil puede ser aceptar un error? ¿Realmente tan dificil es? ¿Por qué tener que recurrir a cualquier cosa, antes que a decir, "me equivoqué"?
"Permiso, por favor y gracias" ya dejó de ser algo cotidiano, ¿No es asi? ¿Donde quedó la humildad y el respeto?
Ay... Mi querido desconocido... El hecho de pensar en esto y buscarle un sentido posible, solo  me hace caer más en la resignación.

 Salir de mi casa, ver caras, cuerpos, multitudes, miradas, expresiones... Y decir... "¿Qué estarán pensando de mi?"... Bueno, realmente eso algo que llego a hartarme. El oir opiniones ignorantes y pensamientos cuadrados e incoherentes ya dejo de ser algo simplemente "molesto" para mi. También lo es el no saber en quien confiar.
 Ya solo la música logra llevarme a otra parte abstracta, y por instantes tristemente breves, en los cuales siempre te cruzás por mi cabeza.
 En fin...
 Espero que me disculpes por hacer perder tu tiempo, pero quizá esta sea la prueba de que estoy por volverme loco, si es que ya no lo estoy.

Asi que... Mi querido amigo, envio esta carta hacia cualquier lugar, que es donde posiblemente estés, con deseos de que estés bien.

Con cariño: una persona

martes, 12 de julio de 2011

Siempre presente

Esta es una breve historia como cualquier otra. Quizá también lo fuere ese romance inaudito, pero algo me hace creer que no.
 En la atmósfera se hallaba una esplendida luminosidad alegre. Las pequeñas y tibias brisas que corrían alegraban el alma.
 Nada hubiera corrompido la paz que comenzaba a haber en la edad media, si no fuera por los gritos y súplicas de un alma herida pidiendo ser escuchada.
 La guerra había terminado y la victoria había sido un hecho. La felicidad y la falsa creencia de poder habían invadido aquel reino. Todos estaban realmente felices por haberse liberado de un infierno. Bueno, casi todos.
 Un caballero volvía de su larga travesía, luego de tanto sufrir, con la fe de poder hallar a esa persona que había visto por última vez en aquella ocasión, su amor. Será que, quizá, la vida no quiso que en ese momento ellos estuvieran juntos.
 La dama se alegró mucho ante la noticia del retorno de aquel noble, con lo cual fue casi inmediato su reencuentro.
 Su cuerpo, ya desacostumbrado a la tibieza de la sensación provocada por la caricia de un amor, sintió como una especie de locura que se iba apoderando más de si mismo y de su experimentada pero prematura mente.
No obstante, como con un efecto de primera impresión, el caballero notó que algo no conservaba su vieja naturalidad. La dama ya no lo miraba con esos ojos cálidos que, hacía un largo tiempo, a él lo atrapaban.
 De todas formas, el caballero prometió darle todo su amor ante cualquier circunstancia, ante cualquier conflicto o desenlace, ante cualquier cosa, hasta ante la traición. El corazón de aquel joven noble pertenecía a su dama, a su amor, a su pasión, al placer de su alma. Quizá su algo temprana edad no era la más prometedora, pero al fin y al cabo él no vaciló ni un instante, jamás.

Pero un violento cambio ya mostraba sus afilados dientes. Él sabía que ella tenía una relación con alguien más, aunque lo que no sabía era de que se trataba, ni tampoco quería saber. Es decir, quizá solo era amistad, quizá.
  El caballero le pidió, tomándola de sus manos, que nunca temiera, que nunca dudara y que jamás huya de la realidad. Él la querría ante cualquier cosa, sin importar nada, en absoluto. Ella solo asintió casi desinteresadamente con la cabeza.
 El tiempo fue pasando de a poco, y la llama del amor cada vez iba mostrándose más y más pequeña. A medida que esto pasaba, pequeños vidrios imaginarios se iban clavando en el pecho del noble, como una lluvia, cuyo dolor se iba agudizando más y más.
 Un día, el caballero quiso salir y sentir el aroma de las flores que la pronta primavera iba presentando, con el fin también de despejar por unos instantes, con suerte, su tortuosa cabeza.
 Fue ahí cuando el cambio que el creía sentir, fue total y terminante, pero por sobre todas las cosas, real. Su dama estaba en manos de alguien más, ahí, recostada en los pastizales de los jardines que se daban lugar en las afueras del reino, junto a un joven escudero.
 Una explosión inmediata, tortuosa, desesperante, amargante, destructiva, agresiva, como mil agujas disparadas hacia todas partes, se dio lugar en el alma de aquel enamorado. Ni mil lágrimas fueron suficientes para calmar un poco la pena que estaba comenzando a cargar.
 No obstante, una promesa aún seguía vigente, al menos para él. Su corazón le pertenecía a ella ante cualquier circunstancia.

La dama realmente aún no comprendía lo que se hallaba bajo ese ser. Fue por eso mismo, esa misma tarde, cuando la oscuridad comenzaba a poner sus frías manos sobre los mojados campos vegetales, que el soldado fue a buscarla para hacérselo saber.
 Al llegar, la encontró sola, sentada en lo verde, bajo la anaranjada luz que el atardecer ofrecía. Y una flor en su cabeza, su belleza enternecía... Simplemente hermosa.

Luego de unos instantes, el caballero se acercó y observó de rodillas a su dama, a su amor, a su pasión, al placer de su alma, suplicándole sin decir una sola palabra que sintiera el fuego que yacía en su corazón. La dama, ciega, no quiso tocar con su mano el pecho de aquel valiente. No quiso comprender, de una vez, el calor de su infierno. Pues la dama tenía sus ojos en alguien más, mientras el corazón del caballero desangraba lentamente.

A ella realmente no le importaban los sentimientos de aquel caballero, y su corazón ya no tenía consuelo.

Ya solo quedaban dos alternativas: resignarse, desangrar y comenzar de nuevo.

miércoles, 29 de junio de 2011

Segundo lugar

¿Cual es el significado de un segundo lugar?
Quizá algunos lo interpreten como algo bueno, o como algo casi perfecto.
Como decir que estuviste cerca de alcanzar la perfección, lo cual es muy bueno.
 ¿No es así?
Pero.. ¿Y si lo ponemos de otra manera? 


Hoy era mi gran día. Iba a correr la gran carrera.
Una carrera que significaba absolutamente todo para mí.
De ella dependía prácticamente mi vida, cuyo premio era el más grande que cualquier persona pudiese ganar: la felicidad.
Una carrera en la que era yo contra mi meta.
Mi mente solo pensaba desde hacía mucho tiempo en esto.
 Logré ver que había varios competidores. Y cada uno de ellos parecia estar dispuesto a ganar.

Ya era el momento de comenzar. La gente que observaba desde las tribunas estaba callada, como si estuviesen viendo lo que pasaba, de una forma algo.. Macabra.
 Espere aproximadamente unos cinco minutos, hasta que de una vez por todas, sonó la campana. 
Comencé a correr con todas mis fuerzas.
Sin la necesidad de voltearme, me di cuenta de que luego de unos minutos ya había dejado atrás a todos.
Creí que nadie más corría junto a mi, pero pude ver que a unos pocos centímetros, corría otra persona a mi ritmo.
 No obstante, nada sacaría el primer lugar de mi mente, nada y absolutamente nada.
Desde hacía mucho tiempo esperaba ese momento y no quería arruinarlo.
Mis ojos miraban hacia delante, mi mente imaginaba la meta, y mi alma comenzaba a encenderse.
Empezaba a ver que el camino tenía ciertos obstáculos, los cuales me molestaban mucho, más que nada me entorpecían. Para colmo una leve llovizna comenzó a caer sobre mi cara.
Las cosas comenzaban a tornarse molestas.
Perdía visibilidad, a medida que el rocío se iba transformando en gotas de mayor espesor.
El cansancio comenzaba a invadir mis pulmones, lo cual hacía que todo se hiciera más lento.
Las cosas no se estaban dando bien, parecía que no iba a poder lograr lo que tanto anhelaba, pero..
No me importó.
Mi meta era una, y no importase como, iba lograrlo.
Mientras la brisa chocaba violentamente contra mi cara, giré mi cabeza para ver si alguien más venia. 
Y lo que vi me sorprendió. No había nadie.
Y no solo no había nadie más corriendo, sino que tampoco había gente observando.
Estaba completamente solo.
Fue a partir de ese momento que creí no poder perder.
Empecé a sentir mis pies mas ligeros, y aunque mi visión solo empeoraba, creí no necesitarla. Había visto el camino antes, creí poder recorrerlo sin mirar.
Por una vez en mi vida creí que todo iba a salir bien. 
La meta estaba a unos pocos metros de mi. Jamás creí estar más motivado que en ese momento.
Al usar el poco aliento que me quedaba, me dejó estupido el solo hecho de ver que mi meta estaba delante mío.
Luego de unos breves instantes, y de una vez por todas, pise la línea.
Jamás había estado más feliz en mi vida. Lo había logrado.
Pero..
Casi por arte de magia la lluvia cesó cuando llegué, por lo cual mi visión se normalizó.
Fue en ese momento que logré ver lo que jamás hubiera imaginado que iba a ver: alguien más había llegado antes que yo, ¡y lo peor de todo era que en ningún momento logré verlo!
¡Era el hombre que vi cando comencé a correr! 
Por un momento había pensado que él ya no estaba en esta carrera, que no era competencia.
Cuando mi mente dio el primer esfuerzo por asimilar lo ocurrido, automáticamente se tensó.
Mi cabeza se transformó en una especia de piedra, y mi sangre se heló por completo.
Estaba frente a lo que se interponía entre el premio que desde hacía mucho tiempo estaba buscando.
Estaba ante mi derrota moral. Ante la impotencia de no haber sido suficiente.
Mi meta ahora era el premio de alguien más.
Mi felicidad había sido arrebatada por otras manos.
A partir del cruce de esa línea, estuve frente a una realidad. La cual consiste en solo dos simples palabras.

Segundo lugar

sábado, 18 de junio de 2011

Solo un texto

Hola. ¿Que tal? Podría contarte algunas cosas acerca de mi.
Pero... ¿Por que no mejor hablamos de vos?
¿No me conocés? Puede que no. Realmente no importa.

Imagino que estás leyendo esto, con la esperanza de ver frases artísticas.. ¿Puede ser?
O quizá de apreciar una buena escritura.. ¿O no?
Quiero proponerte algo.
¿Por que no invertimos roles esta vez?
¡Hablemos de vos!
Me gustaría ver lo que tenés para decir.
¡Vamos! Todos tenemos cosas para decir.
Estamos llenos de pensamientos, pero no siempre los analizamos. No siempre los apreciamos. Y a veces simplemente no nos interesa hacerlo.
Pero pensar de vez en cuando no hace mal.
Es algo que muy posiblemente haga que te conozcas más. Y también algo que quizá haga que puedas diferenciarte de un animal. Ya que al fin y al cabo es la única diferencia que tenemos, nuestra capacidad de pensar, después de ciertos rasgos físicos. ¿No es así?
Bueno, quiero decirte algo.
Nunca es tarde para pensar.
Marcá la diferencia entre vos y un animal.
Bueno, no un animal, por que al fin y al cabo, es solo una criatura noble.
Mejor marcá tu diferencia entre las demás personas.
Se distinto. Se vos.
No seas lo que es el resto, solo por querer seguir la corriente.
No caigas en la trampa de la ignorancia.
Usa tu capacidad de pensar, ya que es una virtud que posiblemente te forme como persona. 
Sinceramente, en mi opinión, nada ni nadie más podría hacerlo.
¿Que quién soy yo? Solo un texto.
Ahora voy a hacerte una pregunta.
¿Quién sos vos?
Me gustaría que vos mismo formules esa respuesta, y me deslumbres.

sábado, 14 de mayo de 2011

Triste Realidad

Mil pensamientos a raíz de una palabra.
Mil razonamientos a raíz de algo lógico.
Mil deducciones a raíz de una mirada.
Mil lagrimas a raíz de un mal entendido.

(Una leve y fresca brisa termina con esta reflexión al chocarse contra mi cara)
¿Que hora es? ¿¡Las 23hs!? ¿Que hago acá y no en mi casa?
(Luego de unos instantes dejo de pensar en eso)
Pero que hermosa noche.. Parece que solo estamos yo, los grillos, este hermoso pastizal que casi no llego a distinguir su verde debido a la falta de luz, la luna, y este hermoso viento que me seduce cada vez más, chocando pequeñas brisas contra mi cuello.
¡Que cosa más alucinante!
A lo lejos (no tan lejos) llego a distinguir una laguna, cuyo agua se ve iluminada por la luz de la luna.
¡Simplemente hermoso!
Voy a recostarme en el pasto a ver las estrellas.
Esperen un segundo, hasta hace unos instantes se veían, y ahora el cielo esta nublado, ¡Llego a distinguirlo hasta en plena oscuridad!
La laguna está negra, y apenas llego a verla.
¿¡Que está pasando?! 
El viento se esta tornando más frío y cortante. La luna está como de un color amarillento.
Estoy empezando a temblar, tanto del frío como del miedo.
Ah, por cierto.. Espero que esa sombra que se está moviendo a solo unos metros de mi sea solo mi imaginación, por que si no voy a entrar en un estado de pánico.
No se si sea solo mi imaginación, la veo clara y al mismo tiempo borrosa.
Sea lo que sea, se mueve como en círculos y muy rápido, y de a poco se va acercando a mi.
(La sombra, de alguna forma, baila macabramente)
Voy a ocultarme detrás del árbol que quedó a la vista, quiero decir, se que es obvio, pero es el único lugar donde puedo intentar ocultarme y esperar a que todo esto termine.
(Voy corriendo hasta el árbol y me siento detrás de él)
Estoy sintiendo frío, mucho frío. Y como si fuera poco, escucho pasos y suspiros que cada vez son mas fuertes.
Estoy entrando en un estado de pánico.
(En cuestion de segundos, se dejan de oir los pasos, y me doy vuelta a ver si hay alguien)
No hay nada, lo cual me tranquiliza un poco. Pero..
De pronto, al voltearme, veo frente a mi a un hombre, un hombre de baja estatura, con la cara prácticamente destruida y deforme, con un cuchillo en la mano.
Me está mirando fijamente, y el cuchillo parece bailar entre sus dedos.
Es un asesino desquiciado y me quiere a mi.
¡NO PUEDO MORIR AHORA! ¡ME FALTA MUCHO POR VIVIR!

...
...
...

-Ruidos de construcciones-
 (Me encuentro en mi cuarto, recostado en mí cama)
Creo que fue.. solo un sueño. ¡Que suerte!
Tenía mucho miedo, pero que bueno que ya terminó.
Ya es de día.. -Fuerte bostezo-
(Me asomo a la ventana)
¿Que está pasando? Ah.. Si. Lo de siempre.
Ruido de construcciones, humo, mucho humo.
Los autos tocando todo el tiempo sus bocinas.
Muchísima gente caminando por la calle, solo caminando.
Un mar de cabezas moviéndose es lo que veo.
Si se los preguntara seguro me podrían responder concretamente que si, pero en mi opinión no tienen rumbo.
Más humo, más ruido.
Escucho las voces de personas discutiendo entre ellas, insultándose.
Y aunque debajo mio haya, quizá, miles, lo único que en realidad hay es soledad.
Ah, y más ruido.
¿Que es todo esto?
 Ah..Si.
Realidad; tristeza.

¡JA JA JA!
...
...
...
¿Y mi preocupación era por un simple asesino?
 No tiene comparación con esto.


miércoles, 4 de mayo de 2011

Sigo caminando

Caminando, solo, por la calle. No recuerdo a donde tenía que ir, pero mis pies de todas formas se mueven. 

Camino hasta ver el asfalto, en la cual me detengo para ver si no pasan autos.

Veo que no, por lo tanto sigo.

De repente veo el cordón de la calle, y me siento.

Mientras intento recordar a donde tenía que ir, me doy cuenta que el cielo esta nublado, y mi mente carente de inspiración.

Siento una suave brisa que choca contra mi cara. De cierta forma como.. acariciandola.

A todo esto, mi mente sigue ausente. Mis ojos ya dejan de prestarle atención a lo que miran.

Y como de un instante a otro, me surge una duda.

¿Que es lo que me mantiene de pie, aún?

Casi no pude analizar nuevamente la pregunta, cuando comenzaron a caer las primeras gotas sobre mi.

En cuestión de segundos, un leve rocío terminó concluyendo en una fuerte tormenta

Mientras sentía caer las gotas sobre mi cara, me detuve en el sonido de la lluvia.

Mi mente nuevamente se ausentó, pero esta vez, acompañado con el hermoso sonido de las gotas otoñales.

Decidí cerrar los ojos y sentarme.

Por unos instantes logré relajar por completo todo mi cuerpo. Y mi mente, en blanco.

No me sentía preocupado, estaba relajado. Al menos lo estaba hasta que un suspiro profundo y casi involuntario me hizo volver a la realidad.

Solo, estaba solo. Bajo la lluvia. Sin nada, ni nadie. Mojado. Ausente. Triste, quizá.

Y aún en mi mente me preguntaba que era lo que me mantenía de pie.

De pronto la lluvia comenzó a cesar.

En cuestión de instantes la precipitación se marchó.

Ya solo quedaba un asfalto mojado, el triste cielo, y yo.

Desde donde estaba, solo podía apreciar la tristeza del lugar mojado y solitario en el que me encontraba.

Solo me quedaban dos opciones: seguir ahí, o continuar.

Así que decidí levantarme de una vez de ese frío suelo, y seguir caminando.

Aún no recuerdo hacia donde tenía que ir, y dudo que lo recuerde por ahora.

Pero solo voy a seguir, en esta fría y mojada calle en la que por algún motivo me tocó caminar.

No pienso parar de hacerlo solo por una lluvia, o por no recordar a donde tenía que ir.

Asi que..Sinceramente, no se a donde voy a terminar.

Solo se que la calle es larga y queda mucho por caminar.

No puedo parar, tengo que continuar.







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miércoles, 16 de marzo de 2011

Un par de palabras romanticas

Obsecuente a mis deseos, quiero fuego en mi corazón. No me importa morir en el acto si eso significa morir siendo feliz. Como si solo significase vivir para amar. En este momento mis ojos arden en llamas, como esferas incandescentes, que pretenden algún día poder ver lo que mi corazón tanto anhela. Mi mente, contrariamente, fría. Esperando entibiarse algún día junto a la calida llama de un "te necesito". Mis manos, ansiosas, suplican poder acariciar la piel de esa persona que mi alma pide a gritos.

 No obsecuente a mis ilusiones, quiero seguir. Seguir con la misma monotonía de todos los días, solo si eso significa no vivir esperando algo que no se si vaya a llegar. Ahora es cuando mi alma cae en la depresión de tener que, forzadamente, vivir en una realidad tan triste. Como si la llama que mencioné antes fuera bruscamente apagada.

 Pero obsecuente a mi esperanza, trato de no ver eso que muchos llaman "realidad". Miro el cielo e imagino que al volver mi vista hacía la tierra, vos vas a estar ahí. Mirando hacia el mar, veo como la luna refleja en la claridad de su superficie su luz, haciendo como una especie de camino blanco, cuya belleza transporto con mi vista para darme cuenta después que al lado mío hay una luz más brillante que la de la luna, vos.

¿Son estas solo un par de palabras románticas? O acaso.. ¿Un alma pidiéndote a gritos que le enseñes a amar?

miércoles, 2 de febrero de 2011

Pensamiento cuadrado

Dígame usted, si nunca se ha tirado en lo verde y ha usado la imaginación como único recurso. Y hasta quizá no la imaginación, quizá simplemente meditar la realidad, su realidad. La realidad que lo rodea, que gira ante usted. Esa realidad de la cual todos se preocupan ya que sin ella no serían nadie, o al menos ellos así lo pensarían. 
  
Que triste es que la imaginación se vaya perdiendo a medida que la etapa evolutiva de la mente humana se va completando o "madurando". 
 Imaginar es lo que nos permite creer que todo es posible, es el único espacio en el que nadie lo limita a ser usted mismo. En donde nadie lo pisotea para hacerlo creer que no puede lograr sus objetivos. Donde sus sueños se vuelven realidad, gracias a que el humano aún no ha podido entrar para destruir. 

Esa imaginación que se va perdiendo a medida que aprendemos a dejar de creer en nosotros mismos, lo cual nos vuelve máquinas, preocupadas por nuestras vidas y/o entornos, olvidándonos de que el mundo no termina en un callejón sin salida que limita el paso. Llevándonos a un pensamiento cuadrado, consistente en solo una cosa, nosotros mismos.

Dígame usted, ¿Nunca ha visto el cielo e imaginado como es que llego a estar ahí? ¿Jamás pensó que este cielo hermoso que tenemos es el mismo cielo para todo el mundo? ¿Que otras personas, estando bajo él, casi ni notan su presencia? ¿Que personas con pensamientos cuadrados, preocupadas siempre por ser más que otros y tener poder, no se dan cuenta de lo que un cielo, un pastizal verde e imaginación pueden hacer?

El callejón sin salida marca el límite a alguien que no desea mirar hacia arriba, pero creame que no es necesario tener alas para poder volar, cuando uno realmente lo quiere.


 .

sábado, 8 de enero de 2011

Sigo sin saber

Esto es raro. Es muy raro.

El sol ilumina uno de mis brazos, y un árbol le da sombra al otro. En mí cuerpo se crea un raro punto neutro entre la luz y la oscuridad. Quedándome, sin entender, en el medio de estas.

Una suave harmonía musical logra de alguna forma distraerme por unos instantes.

Aunque yo sigo, y sigo pensando.

La luz del sol empieza a iluminar el resto de mi cuerpo, y de repente veo pasar caminando, por delante mío, a mi pesimismo. Como con una mirada puntiaguda y dispuesta a clavarse en mi pecho. Como diciendo, "voy a volver".

Literalmente hablándolo, esto suena muy abstracto. Y de hecho eso es lo que fue para mí, algo literalmente abstracto.

Todos sabemos que esto lo esta causando ella. No puedo creer que pueda incluirme. Pero realmente lo asumí.

Quisiera ir allá y preguntarle que clase de embrujo uso en mi, pero me da miedo quedar como un completo idiota.

Si, perdón por no mencionarlo pero estoy a solo unos metros de ella.

Bueno, a unos cuantos metros, creo que los suficientes como para pasar desapercibido de su atención.

Claro que no los suficientes como para que ella lo haga de la mía.

Está ahí sentada, sola. No se realmente si esta esperando a alguien o que, pero tiene una mirada algo pensativa, como triste. 

Si, la vi con esa mirada antes, esta triste.

Creo que ahora soy yo el que se pone triste de verla así. Y es algo nuevo.

De pronto, siento como que algo me impulsa a ir, pero los nervios se transforman en cadenas. 

Realmente quiero ir, realmente quiero ayudarla y ayudarme a mi mismo a intentar aclarar mi cabeza, pero esa fuerza no pudo, al menos en este intento, romper esas cadenas.

Ahora un planteo nuevo me surge. Uno muy gracioso y al mismo tiempo desesperante. ¿Que hacer?

Mis nervios responden rápidamente algo que me molesta, "nada".

Y digo que me molesta por que ahora veo que se está tapando la cara, parece como estar apunto de llorar.

No puedo ver mi cara en este momento pero siento como que esta pálida. También creo que voy a llorar si veo caer una lágrima por su cara.

Ahora si, creo que voy a ir. Si, voy a hacerlo.

No te rías, por favor. Pero lo único que hice mientras decía lo anterior fue tensionarme, en el mismo lugar en el que estoy desde que note su presencia.

Ahora si, no se si reírme o llorar. 

¿Que pensará ella? ¿Se acordará de mí? ¿Como le digo todo esto y no espantarla?

No se que hacer.



.

domingo, 2 de enero de 2011

¡Que alguien me diga!

Es raro. Es muy raro.


¿Que es esto? Que alguien me diga.


Camino de un lado hacia otro, para después acostarme en mi cama y mirar el techo.


Vuelvo a levantarme, y camino hacia un punto en el que algo me limite el paso,


y vuelvo nuevamente hacia donde estaba antes.


Mi mente esta bloqueada. Mi cuerpo transpira. Mis pulsos son mas fuertes que de costumbre.


Solo me limito a automatizar un movimiento de continuo vaivén en el que poco a poco voy hundiéndome más y más en una profunda reflexión, y con el simple fin de saber que es lo que me pasa.


En serio, si alguien sabe que me pasa, que  me lo diga.


Estoy, de cierta forma, paralizado.


Es raro. Es muy raro.


Esperen. Como de un segundo a otro, mi mente se empieza a normalizar. Pero solo un poco. Casi nada.


Repentinamente me acabo de acordar de una persona, pero.. ¿Que tendrá que ver con esto que me pasa?


Como que de pronto, el pensamiento de esa persona empieza a cambiar mi confundida mente.


Que raro.. Es como que esa persona acaba de romper de alguna forma la barrera que estaba bloqueando mi cabeza y me estaba llevando a un estado comparable con el de un robot.


Ahora todo se empieza a tornar distinto, si. Como de una forma un poco mas humana.


Un segundo.. Estoy transpirando demasiado, mis manos parecen una especie de canilla.


Mis pulsos están más agitados. ¡Pero si prácticamente no moví ni un pelo!


Creo que..


No, no puede ser eso. No creo que pueda ser eso.


Esa persona.. Sé quien es. De hecho, la conozco.


No quiero decir su nombre. No creo que sea lo indicado.


Bueno, en realidad no la conozco mucho, quiero decir, hablé un par de veces. Y de alguna forma..


Cada palabra que oí de ella, quedó grabada en mi mente.


Su voz.


Su cara.


Y su sonrisa también.


De repente siento como si la conociera de toda mi vida. Como si formara parte de mi vida. Como si fuera mi..


No. Definitivamente no. Estoy confundido. Eso es todo.


Creo que hoy voy a verla, no lo sé.


Pero ahora veo que el hecho de pensar en verla me hace temblar.


Esperen.. Transpirar también.


Tengo miedo. Jamás me pasó algo como esto. Estoy totalmente fuera de mi mismo.


Realmente me declaro asustado. Creanme cuando digo que NO puedo parar de pensar en ella.


¿Será una enfermedad? ¿Estaré enfermo?


En realidad mal no me siento.


¡¿Entonces que es?!


¡¡Que alguien me diga!!




 .

sábado, 1 de enero de 2011

Palabras

Quiero decir.. Es tan común escuchar esa vieja frase de "A las palabras se las lleva el viento". Pero.. ¿Será en serio verdad?  Yo la veo como una frase que miente. Es increible pensar lo que en realidad pueden causar a alguien. Precisamente por eso esta la otra frase "Una palabra duele mas que mil golpes" que contradice a la anterior y va un poco más a la realidad. 
  También estan las personas que dicen que no les afecta. Yo quiero decir a esto que lo único que hacen para hacerse creer que eso es cierto es ingnorarlas, pero he ahi una mentira y hasta quizá una contradicción.
Simple cuestión: creés que no te afecta algo que estas ignorando. ¿Por que lo estás ignorando si no te afecta?
 Una conclución a la que creo estar llegando es a la de que que las palabras son el arma mas letal que se inventó. Luego se inventó el filo y la polvora.

¿Será quizá, una forma desesperada de callar al verdadero arma que no necesita ni fuego, ni filo para destruir?


Claro está que el arma deja de ser arma cuando no se le da un uso destructivo. Las palabras pueden causar tanto mal como bien. Pueden deprimir a una persona, como pueden alegrarla. Pueden crear una guerra, como pueden evitarla.


No intentes esquivar las palabras solo por que no te gusten. Si no son ciertas, utilizá entonces las verdaderas palabras para que la verdad se aclare. Y si son ciertas, aceptalas. No uses las palabras tramposamente, no mientas. No te alejes de las palabras solo por que la realidad que dan a ver no te agrada, no te mientas. No te avergüences de lo que sos, se vos.


Se vos. Y sobre todo, no mientas, ni te mientas.

Guitarra

Es ese amor platónico que todos deseamos.

Aquella pareja que siempre estará y que todo lo tiene.

Belleza, carisma, fidelidad, y una hermosa voz.

Es ese amor platónico que se adapta a cualquier tipo de personalidad.

Nuestras imperfectas manos se transforman en alguna extraña especie de puente,

un puente por donde nuestros sentimientos circulan,

de los cuales ella se encarga de transformar en un bello y antiguo arte, llamado Música.

No importa cuan sombríos, alegres, depresivos, o raros sean.

Sabe como hacer de tu mente, una melodía.


Que más se puede pedir, ¿no?



La mujer

Ese perfume, cuyo aroma es tan cautivador.

Me atrapa de tal forma que no puedo escapar.

En exceso puede dañarme,

pero no me doy cuenta por que soy débil.

Cuando realmente me hace daño, logro alejarme.

Y mintiéndome a mi mismo, creo poder vivir sin él.

Pero solo es eso, una mentira.

Con el tiempo me voy dando cuenta lo insoportable que es su ausencia.

Y es ahí cuando recurro nuevamente.

Haciendo un círculo sin fin.




Absurda conciencia

Un joven e inexperto,

que comete errores conciente e inconcientemente.

La vida no le enseñó lo suficiente como para saber cuando no hablar.

y sus raíces no le inculcaron demasiado la humildad y el respeto.

Su autoestima sube mientras otras bajan.

Jamás dio la razón sin de verdad CREER que debía hacerlo.

Él cree que sabe demasiado, y que ninguna voz podrá jamás callarlo.

Pero el tiempo es sabio.

Sabe cuando golpear, y como.

Una forma de ser

Una forma de ser imperfecta, creada para intentar auto modificarse.

Hecha bajo depresiones y alegrías, posibilitando vivir con tranquilidad,

pero también con la intranquilidad de lo que la vida pueda no darle.

Una forma de ser impaciente, que busca algo que la haga dejar de ver su imperfección,

algo que llene ese vacío causado por la impaciencia y la gente.

Con miedo a tomar una decisión.. Y fallar

Insegura de si misma, insatisfecha.

No obstante, sabe lo que quiere, pero no donde hallarlo.

Y se pregunta constantemente.. ¿Que hacer?

Ahí he una respuesta abierta.





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