Tristemente, a veces es
fácil reírse de los errores ajenos y juzgar con una sonrisa de ceja a ceja,
cual niño irritantemente denso. También,
la falsa creencia del saber puede llevar a una sordera subconsciente, la cual
posiblemente negaremos de por vida. A veces, quizá, por simple orgullo, algunos
intentan negar lo que por dentro ya han entendido y aceptado como cierto.
Pero ahora, yo me pregunto…: ¿Por qué? ¿Qué es lo que nos motiva a ser así?
¿Por qué es divertido reírse de los demás, de sus errores, de sus defectos, de su falta de conocimiento? ¿Qué es lo que
nos conlleva a la arrogancia? ¿Cómo, el denigrar a alguien sin motivo alguno, a
causa de una posible falsa creencia de superación, puede hacer sentir bien? ¿Acaso
sube la autoestima? No entiendo.
Qué rara mezcla entre tristeza y pena se siente al momento de analizar este
tipo de cuestiones. Es menester, también, considerar que posiblemente a todos
nos ha pasado alguna vez, quizá consciente o subconscientemente, pero un factor
primordial y sumamente relevante es tener la humildad de arrepentirse. Qué pena
que para muchos, eso a veces se torne astronómicamente difícil.
¿A quién no lo alteró, alguna vez, la
sonrisa sarcástica de un alma arrogante en busca de discordia? ¿Quién no sufrió
de impotencia, hasta tal punto de consumirse en el rencor? ¿A quién no se le
cruzó, una o más veces, la idea de descontrolarse y perderle el respeto a un
soberbio e hipócrita?
(Sería necesario, para una lectura más serena y comprensible (y hasta quizá más
artística), el hecho de no mostrar de una forma tan notoria mi claro
resentimiento ante este tipo de cuestiones, pero siendo este mismo sentimiento
el que me motiva a escribir, ahora, lo considero algo casi inevitable)
Es acto de héroes, en estos tiempos, el arrepentirse y disculparse. Vale
considerar y destacar nuevamente el hecho de que a todos nos pudo pasar en algún momento el
actuar de una forma molesta y arrogante… Nadie es perfecto, y aunque con eso
creo no estar diciendo nada muy novedoso, creo estar haciendo mención de una
base muy útil para comenzar a entender el tan majestuoso arte del
arrepentimiento.
Pero como también mencioné, aunque sea algo que posiblemente todos sepamos, a veces
se torna muy difícil el comprender que nadie nace sabiendo (referido al caso de
las burlas, sin motivo, por falta de conocimiento), que no todo es como lo
creemos (referido al caso de las burlas basadas en prejuicios y suposiciones),
que no tenemos por qué concluir en la denigración de alguien, por simple
diversión.
Creo que tengo que concluir de una vez, y estimo que aclaré mi idea, por ende
solo resta decirles de una forma breve y
concisa a todos aquellos que disfrutan riéndose de las penurias ajenas, lo
siguiente: Los aborrezco.

jueves, 21 de junio de 2012
martes, 24 de abril de 2012
Breve relato de un soñador enamorado
¿Qué tal? Me presento: Soy un viajero. Mi nombre no lo conoce
nadie, solo el viento. Soy el que viaja de sueño en sueño buscando quedarme
dormido para siempre. La realidad me echó a patadas de su living, y ya no soy
más que un desalojado pidiendo limosna y algo de afecto. ¡Hey! No es tan mala
la vida del soñador, créeme. Es un viaje tras viaje sin un peaje, no hace falta
usar traje y es económico.
(Para un soñador, la realidad no es más que un conjunto de nada cuando de humo, ruido, y gente ambiciosa por doquier se trata)
A veces sueño despierto, y a veces la realidad
me despierta, pero tengo que confesarte que me está pasando algo, y no sé si es un sueño vuelto realidad, o la realidad haciéndome
creerlo. Todavía no sé como terminé así, si ni siquiera empecé, o cómo es que
empecé, ya que el tiempo pasó corriendo y no me avisó nada de lo que estaba
pasando.
Yo sueño para escapar de la realidad que, por
momentos, me asfixia. A veces lo hago para escapar de la gente, también, pero
contradictoriamente, sueño con una persona. No entiendo lo que está pasando,
pero sé que está pasando, y de forma rápida, concisa, y perfecta, cual ocaso
marchitándose.
Alguien ocupa mi cabeza en este momento. Alguien me
arrastra del sueño a la realidad de la forma más hermosa. Ya no puedo quedarme
dormido y soñar, porque ni siquiera quiero dormirme. No sé qué palabras usar
para explicar esto que siento, aunque probablemente no haga falta explicarlo. Pues yo sé que lo siento, y eso es lo que me importa, al fin y al cabo.
No puedo considerarme más un viajero, ya que ahora no necesito
soñar para estar en un sueño. La belleza se personificó ante mí, y por algún
motivo se convirtió en mi dueña. Antes, nada me hubiera hecho dejar de soñar,
pero ya no sé si sé lo que antes supe, ni tampoco sé si sabré que sabía que sabría lo que pasaría.
Pero ahora sé una cosa, y es que la realidad no siempre
es tan mala… Como a mi me parecía.
domingo, 18 de marzo de 2012
Pequeño texto inspirado en el ocaso
Qué bello ocaso. Bello, pero acaso..
¿Acaso ya lo viste?.
Tonos de rojo se funden en un horizonte de gris denso.
Denso pero pienso.. Qué increíble.
Sobre mi, un mar que no se cae.
Que no se cae y que ya no tiene rojo.
Ni por un segundo cierres un ojo, pues se va al instante.
El gris aun es denso.
Denso, pero sin embargo pienso.. Qué increíble.
Poco a poco oscurece, y el ocaso deja de ser ocaso.
Es que ya no tiene caso, solo dura unos instantes.
Y el gris denso pasó a ser azul, no obstante..
Azul, azul oscuro, si.. Pero pienso..
¿Que en qué pienso?
¡Miralo! El cielo es increíblemente inmenso.
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