Mil pensamientos a raíz de una palabra.
Mil razonamientos a raíz de algo lógico.
Mil deducciones a raíz de una mirada.
Mil lagrimas a raíz de un mal entendido.
(Una leve y fresca brisa termina con esta reflexión al chocarse contra mi cara)
¿Que hora es? ¿¡Las 23hs!? ¿Que hago acá y no en mi casa?
(Luego de unos instantes dejo de pensar en eso)
Pero que hermosa noche.. Parece que solo estamos yo, los grillos, este hermoso pastizal que casi no llego a distinguir su verde debido a la falta de luz, la luna, y este hermoso viento que me seduce cada vez más, chocando pequeñas brisas contra mi cuello.
¡Que cosa más alucinante!
A lo lejos (no tan lejos) llego a distinguir una laguna, cuyo agua se ve iluminada por la luz de la luna.
¡Simplemente hermoso!
Voy a recostarme en el pasto a ver las estrellas.
Esperen un segundo, hasta hace unos instantes se veían, y ahora el cielo esta nublado, ¡Llego a distinguirlo hasta en plena oscuridad!
La laguna está negra, y apenas llego a verla.
¿¡Que está pasando?!
El viento se esta tornando más frío y cortante. La luna está como de un color amarillento.
Estoy empezando a temblar, tanto del frío como del miedo.
Ah, por cierto.. Espero que esa sombra que se está moviendo a solo unos metros de mi sea solo mi imaginación, por que si no voy a entrar en un estado de pánico.
No se si sea solo mi imaginación, la veo clara y al mismo tiempo borrosa.
Sea lo que sea, se mueve como en círculos y muy rápido, y de a poco se va acercando a mi.
(La sombra, de alguna forma, baila macabramente)
Voy a ocultarme detrás del árbol que quedó a la vista, quiero decir, se que es obvio, pero es el único lugar donde puedo intentar ocultarme y esperar a que todo esto termine.
(Voy corriendo hasta el árbol y me siento detrás de él)
Estoy sintiendo frío, mucho frío. Y como si fuera poco, escucho pasos y suspiros que cada vez son mas fuertes.
Estoy entrando en un estado de pánico.
(En cuestion de segundos, se dejan de oir los pasos, y me doy vuelta a ver si hay alguien)
No hay nada, lo cual me tranquiliza un poco. Pero..
De pronto, al voltearme, veo frente a mi a un hombre, un hombre de baja estatura, con la cara prácticamente destruida y deforme, con un cuchillo en la mano.
Me está mirando fijamente, y el cuchillo parece bailar entre sus dedos.
Es un asesino desquiciado y me quiere a mi.
¡NO PUEDO MORIR AHORA! ¡ME FALTA MUCHO POR VIVIR!
...
...
...
-Ruidos de construcciones-
(Me encuentro en mi cuarto, recostado en mí cama)
Creo que fue.. solo un sueño. ¡Que suerte!
Tenía mucho miedo, pero que bueno que ya terminó.
Ya es de día.. -Fuerte bostezo-
(Me asomo a la ventana)
¿Que está pasando? Ah.. Si. Lo de siempre.
Ruido de construcciones, humo, mucho humo.
Los autos tocando todo el tiempo sus bocinas.
Muchísima gente caminando por la calle, solo caminando.
Un mar de cabezas moviéndose es lo que veo.
Si se los preguntara seguro me podrían responder concretamente que si, pero en mi opinión no tienen rumbo.
Más humo, más ruido.
Escucho las voces de personas discutiendo entre ellas, insultándose.
Y aunque debajo mio haya, quizá, miles, lo único que en realidad hay es soledad.
Ah, y más ruido.
¿Que es todo esto?
Ah..Si.
Realidad; tristeza.
¡JA JA JA!
...
...
...
¿Y mi preocupación era por un simple asesino?
No tiene comparación con esto.

sábado, 14 de mayo de 2011
miércoles, 4 de mayo de 2011
Sigo caminando
Caminando, solo, por la calle. No recuerdo a donde tenía que ir, pero mis pies de todas formas se mueven.
Camino hasta ver el asfalto, en la cual me detengo para ver si no pasan autos.
Veo que no, por lo tanto sigo.
De repente veo el cordón de la calle, y me siento.
Mientras intento recordar a donde tenía que ir, me doy cuenta que el cielo esta nublado, y mi mente carente de inspiración.
Siento una suave brisa que choca contra mi cara. De cierta forma como.. acariciandola.
A todo esto, mi mente sigue ausente. Mis ojos ya dejan de prestarle atención a lo que miran.
Y como de un instante a otro, me surge una duda.
¿Que es lo que me mantiene de pie, aún?
Casi no pude analizar nuevamente la pregunta, cuando comenzaron a caer las primeras gotas sobre mi.
En cuestión de segundos, un leve rocío terminó concluyendo en una fuerte tormenta.
Mientras sentía caer las gotas sobre mi cara, me detuve en el sonido de la lluvia.
Mi mente nuevamente se ausentó, pero esta vez, acompañado con el hermoso sonido de las gotas otoñales.

Decidí cerrar los ojos y sentarme.
Por unos instantes logré relajar por completo todo mi cuerpo. Y mi mente, en blanco.
No me sentía preocupado, estaba relajado. Al menos lo estaba hasta que un suspiro profundo y casi involuntario me hizo volver a la realidad.
Solo, estaba solo. Bajo la lluvia. Sin nada, ni nadie. Mojado. Ausente. Triste, quizá.
Y aún en mi mente me preguntaba que era lo que me mantenía de pie.
De pronto la lluvia comenzó a cesar.
En cuestión de instantes la precipitación se marchó.
Ya solo quedaba un asfalto mojado, el triste cielo, y yo.
Desde donde estaba, solo podía apreciar la tristeza del lugar mojado y solitario en el que me encontraba.
Solo me quedaban dos opciones: seguir ahí, o continuar.
Así que decidí levantarme de una vez de ese frío suelo, y seguir caminando.
Aún no recuerdo hacia donde tenía que ir, y dudo que lo recuerde por ahora.
Pero solo voy a seguir, en esta fría y mojada calle en la que por algún motivo me tocó caminar.
No pienso parar de hacerlo solo por una lluvia, o por no recordar a donde tenía que ir.
Asi que..Sinceramente, no se a donde voy a terminar.
Solo se que la calle es larga y queda mucho por caminar.
No puedo parar, tengo que continuar.
.
Camino hasta ver el asfalto, en la cual me detengo para ver si no pasan autos.
Veo que no, por lo tanto sigo.
De repente veo el cordón de la calle, y me siento.
Mientras intento recordar a donde tenía que ir, me doy cuenta que el cielo esta nublado, y mi mente carente de inspiración.
Siento una suave brisa que choca contra mi cara. De cierta forma como.. acariciandola.
A todo esto, mi mente sigue ausente. Mis ojos ya dejan de prestarle atención a lo que miran.
Y como de un instante a otro, me surge una duda.
¿Que es lo que me mantiene de pie, aún?
Casi no pude analizar nuevamente la pregunta, cuando comenzaron a caer las primeras gotas sobre mi.
En cuestión de segundos, un leve rocío terminó concluyendo en una fuerte tormenta.
Mientras sentía caer las gotas sobre mi cara, me detuve en el sonido de la lluvia.
Mi mente nuevamente se ausentó, pero esta vez, acompañado con el hermoso sonido de las gotas otoñales.

Decidí cerrar los ojos y sentarme.
Por unos instantes logré relajar por completo todo mi cuerpo. Y mi mente, en blanco.
No me sentía preocupado, estaba relajado. Al menos lo estaba hasta que un suspiro profundo y casi involuntario me hizo volver a la realidad.
Solo, estaba solo. Bajo la lluvia. Sin nada, ni nadie. Mojado. Ausente. Triste, quizá.
Y aún en mi mente me preguntaba que era lo que me mantenía de pie.
De pronto la lluvia comenzó a cesar.
En cuestión de instantes la precipitación se marchó.
Ya solo quedaba un asfalto mojado, el triste cielo, y yo.
Desde donde estaba, solo podía apreciar la tristeza del lugar mojado y solitario en el que me encontraba.
Solo me quedaban dos opciones: seguir ahí, o continuar.
Así que decidí levantarme de una vez de ese frío suelo, y seguir caminando.

Pero solo voy a seguir, en esta fría y mojada calle en la que por algún motivo me tocó caminar.
No pienso parar de hacerlo solo por una lluvia, o por no recordar a donde tenía que ir.
Asi que..Sinceramente, no se a donde voy a terminar.
Solo se que la calle es larga y queda mucho por caminar.
No puedo parar, tengo que continuar.
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